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viernes, 23 de agosto de 2013

CATEQUESIS DE ADULTOS Nº.4 de 5. Pecados contra la prudencia:

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona



CATEQUESIS DE ADULTOS
Nº.4 de 5.
Conoce tu fe | sección
Moral y Mandamientos, lo que la Iglesia vive | categoría
Virtudes teologales | tema
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net


El becerro de oro adorado por muchos

Pecados contra la prudencia:
No buscar a Dios como valor supremo.

La imprudencia que se divide en tres:

La precipitación que es actuar inconsiderada y precipitadamente, guiados por la pasión o capricho.

La inconsideración por la cual se desprecia o se descuida el atender las cosas necesarias.

La inconstancia que es abandonar los propósitos por motivos sin importancia.

La imprudencia nos puede llevar a aceptar una circunstancia que nos aleja de Dios. O a buscar a Dios en un medio que no conduce a Él.

La negligencia que supone la falta de interés por actuar eficazmente en lo que debe hacerse. Es diferente de la inconstancia porque en ella no hay ni siquiera el interés por actuar. Cuando se refiere a algo pertinente a la salvación, el pecado de negligencia es grave. No toda negligencia es pecado contra la prudencia.

El don del Espíritu Santo que corresponde a esta virtud es el don de consejo.
La justicia consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que le es debido.


Parece un equilibrio, pero no lo es

Es la virtud que equilibra nuestro trato con las demás personas. Es una virtud muy compleja, una madeja con muchos hilos.
Para que se diga que alguien es justo hay que apartarse de cualquier mal que dañe al prójimo o a la sociedad y hacer el bien debido al otro. No basta con no hacer un mal, sino que hay que darle lo que se merece.
Tipos de justicia:
Conmutativa: dar a cada uno lo que merece. Y lo puede merecer por contrato o por derecho adquirido.

General o legal: dar a la sociedad lo necesario para obtener el bien común. Ej. Pagar impuestos para que haya hospitales.
Distributiva: dar lo necesario a cada miembro de la sociedad, según sus derechos naturales o adquiridos.

Social: proteger los derechos naturales de la sociedad y de sus miembros. Es decir, ni defender tanto a la sociedad que se perjudique a los ciudadanos, ni defender tanto los derechos de los individuos que perjudiquemos a otros y a la sociedad.

Vindicativa: restablecer la justicia lesionada. Porque quien perjudica los derechos de otros tiene el deber de repararlos.

El don del Espíritu Santo correspondiente a esta virtud es el don de piedad.

La fortaleza: es la virtud que asegura la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien, superando los obstáculos que se presentan en el cumplimiento de las propias responsabilidades.
Cualquier hombre de bien puede tener esta virtud, pero en el caso del cristiano esta virtud tiene que estar cimentada en el amor a Dios.



HACE FALTA UNA BUENA EDUCACIÓN CIUDADANA

como la viñeta de arriba...NO


como la viñeta de abajo, ...SI

sigue...

Confeccionado por Franja.

Continuará en nº. 5 de 5

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