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jueves, 30 de octubre de 2014

Los Puentes, de la Perfección y de la Santidad

Blog católico de Javier Olivares-baionés jubilado-Baiona




Una manera original del P. Javier Leoz,

 para presentar la 

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS




POR EL PUENTE DE LA PERFECCIÓN
Javier Leoz
  
    1.Siempre, en esta Solemnidad de Todos los Santos, cuánto impresiona escuchar el texto del libro del Apocalipsis que hemos escuchado: “Y vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas..."

¡Son, ni más ni menos, los santos! De todas las épocas y desconocidos en su mayoría y gente de arriba y personas de abajo. Hombres y mujeres que, coincidiendo en acorde mayor con el Evangelio, son santos y –aunque la Iglesia no los haya reconocido ni subido a los altares- gozan en la presencia de Dios. ¡Qué gran fiesta! ¡Cuántos, sin saberlo nosotros, serán de los nuestros!

Hoy sería bueno que cerrásemos los ojos. Que pensáramos que, delante de nosotros, se levanta un gigantesco mosaico con los nombres y apellidos, color e historia, alma y vida de hombres  y mujeres que intentaron y lograron ser hasta las últimas consecuencias sólo para Dios.

Lo más grande de esta Solemnidad que estamos celebrando es que, todas esas figuras de ese gran mosaico, aún siendo distintas tienen algo en común: se sintieron seducidos por la fuerza del Espíritu Santo. Todos están marcados por un mismo distintivo que les hizo únicos y valientes, humildes y decididos, hambrientos de las bienaventuranzas y con ganas de ir contracorrientes. Son, ni más ni menos, Todos los Santos.

Y, en ese mosaico de santidad, todos van vestidos de igual manera. De arriba abajo, desde la cabeza a los pies, supieron ceñirse con el manto de las Bienaventuranzas. Y, cuando les pedían razón de su felicidad o de su entrega, de su persistencia o de su fuerza interior, respondían con su vida y con sus palabras: hemos lavado nuestra vestimenta con el agua de Jesús el Nazareno. El agua viva de Cristo.

    2.Hoy, por lo tanto, no exaltamos la bondad de miles de personas. Hoy no hacemos un simple homenaje a “el santo desconocido”. ¡Vamos mucho más allá! Celebramos y honramos la victoria por goleada de una serie de hombres y mujeres (a miles) que la consiguieron a base de sacrificio, obediencia, esfuerzo, humildad, confianza y fe.

Pero, además, esta fiesta no se queda ahí. Ellos han pasado por ese puente de perfección. Y, al cruzarlo, las piedras de ese puente de santidad no se han venido abajo o han quedado como reliquias arqueológicas de un pasado. Se han fortalecido con su paso (en muchos casos sangriento) para que nosotros también, lejos de precipitarnos por aguas turbulentas optemos también por ese puente de santidad. ¿Estamos dispuestos? ¿Queremos ser santos? ¿Somos conscientes de que, la santidad, está muy cerca de nosotros y que es llovizna que empapa nuestra piel cristiana cuando, esa piel, la dirigimos y exponemos  hacia el Sol de justicia que es Cristo?

Que esta fiesta de Todos los Santos, además de festejar la victoria de unos, nos ayude a descubrir el modo de tener la propia. No nos quedemos en pequeñas conquistas del mundo. ¡El cielo nos espera! ¡Crucemos ese puente que otros ya lo cruzaron cantando la gloria de Dios!¡Sin miedo! ¡La victoria nos aguarda! Al otro lado Dios mismo, y los santos, nos esperan.








¡PUENTE DE SANTIDAD!
Unes el cielo y la tierra
con las ocho piedras de las bienaventuranzas
Haz que, mis pies, nunca de desvíen de tu ruta
y, por tu suelo,  donde florecieron
otros hombres y mujeres
que nos dejaron el sabor de una vida justa
pueda yo encontrar el sentido a mi vida vacía.

¡PUENTE DE SANTIDAD!
Para acceder hasta ti y tallar tu piedra
nos exiges vestiduras blancas con el color de Cristo
Para rebasar tu inmenso recorrido
nos invitas a vivir el hambre y la sed de justicia
Para utilizar tu solidez sobre el fango
nos empujas a ser constructores de paz divina

¡PUENTE DE SANTIDAD!
En ti nuestros caminos recobran la vida perdida
En ti nuestra mediocridad recupera
el brillo de la esperanza y la solera de la humildad
En ti el triste recupera la alegría
y el que se burla aprende a llorar lágrimas amargas

¡PUENTE DE SANTIDAD!
Tus arcos guardan el llanto de los que gimieron
por un mundo más feliz y más justo
Tus sillares cantan escritos los nombres
de los que creyeron y nunca se echaron atrás
cuando fueron perseguidos y humillados por su fe

¡PUENTE DE SANTIDAD!
Tus muros todavía reflejan las huellas
de los que pasaron haciendo el bien sin ruido
y de aquellos que, siendo pobres ante el mundo,
cruzaron tus umbrales sabiendo que eran ricos para Dios

¡PUENTE DE SANTIDAD
Hoy, como siempre, superarte es un reto
pues bien sabemos, que saltar hasta el otro lado,
exige dejar por el camino
aquello que pensamos que nos hace grandes,
invencibles, poderosos o dueños de este mundo.

¡PUENTE DE SANTIDAD!
Por ti, ayer, hoy y siempre, ojalá también yo
seguirán atravesando las fronteras que tú marcas
aquellos que, la vida quieran vivirla, como Dios manda.
Amén.
Javier Leoz
Fiesta de Todos los Santos 2014


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